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Carlos Jiménez se ríe en ElBar de Eric cuando recuerda sus tiempos como 'oreja'. Ariel C. Rojas
Una Alhambra con... Carlos Jiménez

«Queremos animar la produción audiovisual flamenca con el festival»

Carlos Jiménez fue profesor de Química en la UGR hasta su jubilación. Es socio de La Platería desde hace décadas y ahora emprende un nuevo proyecto cultural

Jesús Lens

Viernes, 6 de septiembre 2024, 00:01

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Quedamos en El Bar de Eric, que para algo es el bar de su hermano. Por la cuestión familiar, claro, pero también porque Eric Jiménez, batería de Lagartija Nick, es parte esencial de aquel mítico 'Omega' que fusionó el rock, el flamenco y la poesía de Lorca y dinamitó todos los límites. La película sobre la grabación del disco, de José Sánchez-Montes, se podrá ver en la primera edición del Festival de Cine Flamenco de Granada que dirige Carlos Jiménez y que se celebrará entre el 15 al 21 de septiembre. Toda la información con la programación, horarios, venta de entradas, etc. la tienen en la web www.cineflamenco.com

–¿Cómo nace la idea para un festival tan especial?

–Lo cierto es que lleva 15 años en elaboración en la peña La Platería, ahí es nada. Usamos el cine como herramienta didáctica en algunas de nuestras actividades. Y cuando vimos que Granada iba a acoger los Goya pensamos que era el momento. Contamos con el patrocinio de Fundación Unicaja, que se ha volcado.

–¿Es un tópico pensar en el cine flamenco como algo meramente folclórico?

–Absolutamente. En la programación se verán 'biopics' sobre músicos, videoclips y documentales. Conoceremos de cerca las vidas de Rafael Riqueni, Fernanda y Bernarda de Utrera o la saga de los Coloraos. Y la historia de la La Singla, bailaora sordomuda. Uno de los retos que tenemos en La Platería es precisamente desmontar tópicos, poner de manifiesto que el flamenco está cambiando y es un arte transversal y poliédrico que abarca muchas figuras. El cartel del festival, por ejemplo, alude al surrealismo de Manuel Ángeles Ortiz y al mítico cartel del Concurso de Cante Jondo de 1922 que sacó el flamenco de las cuevas y lo llevó a la luz. Aunque las peñas sean defensoras de lo clásico, también se abren al arte contemporáneo.

–¿Nace con vocación de continuidad?

–Nuestro objetivo es que sea bianual y que sirva para agrupar y animar la producción audiovisual flamenca. Que, quienes hagan un buen trabajo en este campo, encuentren un marco en el que mostrarlo a un público comprometido y a un jurado exigente. Y con premios en metálico, que eso siempre ayuda. Habrá coloquios, actividades paralelas... Además, quiero destacar que el equipo de producción del festival es muy joven, integrado por esa nueva y pujante generación de La Platería. Para mí, generar ilusión entre la gente joven es importantísimo. Con lo que se va a ver y a escuchar en este Festival queremos decir muchas cosas.

–¿Cómo ve el momento actual del flamenco en Granada?

–Excelente, en todos los sentidos. Artísticamente vivimos un momento de esplendor, riquísimo. Guitarristas, bailaoras y bailaores, cantaoras y cantaores... Este momento de apogeo coincide con el gran número y la profesionalización de los tablaos, lo que hace que los profesionales encuentren un marco laboral digno que les permite ganarse la vida.

–¿Desmentimos el tópico de los tablaos para turistas?

–¡Rotundamente! Hay una programación excelente y de gran calidad en multitud de tablaos. Hay un gran respeto por quien escucha; cantes, guitarras y acompañamientos más elaborados y no tanto aire fiestero. En los tablaos se da esa cercanía y permite que el aire del vestido te ventile la cara, lo que es toda una experiencia. Los profesionales ponen todo su arte y su afición.

–Cambio de tercio. Usted es químico. ¿Lo aplica a la cocina?

–Aplico el método cuantitativo para medir el tiempo de la paella y no me va mal. (Risas).

–Le vimos en un momento muy emotivo de la película que cuenta la historia de su hermano...

–Fue increíble. Habíamos ido a rodar en el barrio de nuestra antigua casa familiar, donde estaba la Pensión Penibética. Estábamos en el portal y salió un vecino que vivía en 'nuestro' primero. Nos dejó entrar y filmar. Encontramos elementos de nuestro pasado: el pasillo, el patio, la sala grande... Fue un puro recuerdo, emoción a flor de piel. Qué tiempos, cuando fui 'oreja', como Enrique Morente, por cierto...

–¿Oreja? ¿Y eso qué es?

–Pide otro tercio y te lo cuento...

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