Recuerdos indelebles del comer

Unidos por la sabiduría

Luis Irizar, aglutinó a una serie de jóvenes inquietos: Juan Mari Arzak, Pedro Subijana, José Castillo de Casa Nicolasa, Carlos Arguiñano, Hilario Arbezalait, y alguno que se me escapa. Martín Berasateguí surgió años después, desde abajo. Y el gran movimiento de la cocina vasca, que traspaso la región y marcó un nuevo de platos, menos cargados en grasas, hidratos, etc. Pero si rechazarlos jamás. Como aquí quieren hacer algunos con la tapa. Lo invite, con su esposa a impartir en aquellos maravillosos cursos del Centro Mediterráneo que tan honestamente dirigió Juan F. G. Casanova y su equipo. Brindo por ti, maestro.

Cenar en tren a Barcelona

Mi mismidad se extenúa. Tener que escribir de recuerdos, y yendo a peor. La pandemia nos ha robado vidas y costumbres epicúreas. Placeres viajeros perdidos. Aquel viaje nocturno en coche cama a Barna, con imaginación, creía estar en un libro de Agatha. No era comida basura como la del AVE, de pie. O el servicio CLUB, que no compensa. Mi recuerdo es más bucólico. El tren Granada Barcelona. Wagoon Lit Cook, partía entre las 10 y pico. Te acompañaba el revisor al departamento. Dejaba el equipaje y pasabas a tu mesa reservada. Un aperitivo y ya en marcha se guisaba a bordo. Con el tren en marcha y con fuego real.

Cocina viatica

La palabra viatica, significa alimentos para el viaje. Había carta, carne o pescado. Aperitivos previos, postre a elegir, igual que la bebida. Una noche se creó tertulia entre mesas. Pedí un Torres 10. El camarero trajo dos botellitas de Torres 5. « No tengo Torres 10, pero estas dos lo suman…¡Que arte.! A las 7 am, ducha en tu compartimento privado. Desayuno, parco y a las 8 am en Barna. El tren se movía como un demonio, curvas, frenazos, paradas, tirones y chirriado del metal con metal. Por eso lo del Torres 10.

Lujo en Al-Ándalus

He viajado en el tren bala de Japón, el TGV francés, y hasta el Train de Chocolat en Suiza. Entre otros. Al-Ándalus Exprés. Con mucho embeleso. Combinaba la decoración de Orient Expres de y el pellizco andaluz. Parte de Sevilla, pero se puede subir en cualquiera punto del trayecto: Sevilla, Jerez , Sanlúcar (en bus para comer), Cádiz, Ronda, Granada, Córdoba y Sevilla. Las comidas se hacen fuera. Cenas a bordo en marcha y para bailar, copas y dormir se para el convoy ferroviario. Un placer. Cuídense.