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Aguaducho o puesto de bebidas en el madrileño Paseo de Recoletos, agosto de 1906. abc
Refrescos de antaño: el agua de cebada
Gastrohistorias

Refrescos de antaño: el agua de cebada

Ahora casi imposible de encontrar, esta bebida fue un clásico trago de verano que compitió en popularidad con la horchata

Ana Vega Pérez de Arlucea

Viernes, 7 de julio 2023, 00:18

Hay a quien le sabe a regaliz, a caramelo de cubalibre o a café. Yo desgraciadamente no les puedo dar mi opinión porque jamás la ... he probado: en Bilbao se extinguió antes de que servidora naciera y nunca he tenido oportunidad de trasegar una bien fresquita. Les hablo del agua de cebada, un refresco que los lectores de Alicante, Murcia y algunos pueblos de Jaén conocerán bien, pero que para otros muchos será completamente desconocido. Para completar la confusión resulta que existen dos tipos de agua de cebada, una de aspecto lechoso y semejante a la horchata y otra de rabioso color oscuro, similar al de las bebidas de cola o al café solo. La primera es la versión original, llevada a México hace siglos por la emigración española y conservada allí como una de sus famosas «aguas frescas». Mientras que en los estados mexicanos de Sonora o Sinaloa siguen elaborándola igual que hace 300 años, a este lado del Atlántico el agua de cebada evolucionó siguiendo nuevas modas, oscureciéndose gracias al uso de cereal tostado, malta o azúcar caramelizado.

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