

Secciones
Servicios
Destacamos
Pablo Amate
Viernes, 14 de julio 2023, 00:40
Cuando supe que la princesa Leonor y la infanta Sofía, su hermana, visitaban la Fundación El Bulli, me dio doble pena. Una, al no probar ... sus trepidantes creaciones. La otra, que no conocerán que iban a visitar El Bulli. Lo primero que me acordé fue de Juli Soler. La persona que lo crea y arrienda por primera vez el local a los antiguos cocineros–propietarios. Mantienen el nombre del perro en el restaurante: Bulli. Y apuestan por la cuisine de la France. Sí; pero diferente. Peculiar, distinto. Dicotómico. Con un trepidante estilo de cocina. Ajena a lo divino y humano.
Primer cocinero
Jean Paul Vinay fue el primer jefe de cocina que tuvo este mítico establecimiento dedicado a condumios y yantares siglo 21. El cocinero galo, casado con una española, llegó, después de tener a Fernando Adrià como ayudante en El Bulli, a Granada. El tejido empresarial lo deja escapar de sus establecimientos. No captan su potencial creativo. A quien tuvo de ayudante a Ferrán Adrián. Para mí siempre ha sido y será Fernando Adrián. El cual consigue su éxito bajo las órdenes de Juli Solís Soler.
A las pruebas me remito
Juli y Fernando comienzan a ofrecer una cocina diferente, enfrentándola con el entorno. Ubicado en lo alto de un acantilado, de un risco, cuya carretera estaba jalonada de hoyos, piedras y arbustos. Un tiempo más tarde visité al cocinero de la región famosa por sus cuchillos y navajas de lujo, Michel Bras. Para acceder a su gran lujo Relais–Chateau con escogidos aposentos de máximo nivel, gusta tener su acceso por la pista forestal igual de abrupta que El Bulli. Se puede acceder en helicóptero o en jet privado, como fuimos cuatro amigos, al aeropuerto más cercano. Enclavado con unas vistas privilegiadas y con un huerto donde cultivan sus propias hierbas y hortalizas. Todo lo que se pudiera comer dentro de un orden ilustrado. Por ello es importante que las infantas, representantes de España por el mundo, puedan defender el amor propio. Repito; muy acertado que un pasaje coquinario de la historia de España forme parte de la educación de estas infantas. Y por si hay algún pamplina. Que ya lo ha habido en algunas ocasiones... ni caso.
Cocina de proximidad
Juli y Fernando, personajes insólitos, mostraban una cocina tan de proximidad que ciertos productos eran denostados. Como las espardeyas, un tipo de navajas; o los erizos, que me regalaban en Rosas los submarinistas. Solo conociendo nuestra historia, no hay que repetirla. A Ferran le encantó. Y al Juli también le habría gustado. Cuídense.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
A prisión el hombre acusado de yihadismo en Burgos
BURGOSconecta
La Unidad de Trasplantes de Valdecilla, premio Cántabro del Año
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.