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El Día de Todos los Santos es una celebración que tiene lugar el 1 de noviembre en la que tradicionalmente se recuerda a los difuntos. Una celebración solemne que en España suele conllevar una visita a los cementerios para estar cerca de los seres queridos que nos han dejado. Esta festividad tiene lugar también en otros países del mundo y la forma de celebrarla en algunos lugares es muy diferente a como lo hacemos en España.
Es el caso de México, donde el 1 y 2 de noviembre también honran la memoria de sus familiares y amigos fallecidos con el Día de Muertos. Sin embargo, en este caso no es una fiesta solemne, sino que se trata de una auténtica celebración en honor a esas personas en la que la comida juega un papel protagonista. «México es un país enorme, así que en cada sitio el Día de Muertos se celebra de una forma distinta. Por ejemplo, yo soy del norte, de Monterrey, así que siempre lo he vivido casi como los estadounidenses. Pero en el centro y sur del país la gente suele hacer un altar de muertos con ofrendas a sus seres queridos para celebrar por las personas queridas que se han ido», explica a IDEAL Fanny Martínez.
Una celebración a la vida de esas personas, porque al fin y al cabo «la muerte forma parte de la vida». «Se suelen formar altares en los que se hacen ofrendas a esas personas queridas, ya que se entiende que nos están acompañando ese día. En los altares se suele poner lo que más le gustaba a esa persona». Y ahí toma protagonismo la comida, siendo habitual elaborar algunas recetas tradicionales de forma especial para esta celebración. Una de ellas es el pan de muerto, un producto que estos días se convierte en la estrella de Voila Cake, la pastelería de Fanny en la Plaza de las Infantas de Albolote.
En su negocio, que abrió junto a su marido Luis Miguel Martín hace ya tres años, Fanny ofrece tartas personalizadas, postres y diferentes productos de repostería por encargo. Pero cuando se acerca el Día de Muertos no deja pasar la oportunidad de retomar una tradición de su país: elaborar el pan de muertos. «Es un pan redondo que simboliza el cráneo en la parte de arriba y los huesos. Además, también sirve para guiar a la persona al otro mundo con los puntos cardinales», explica. Un producto que, tal y como se conoce hoy en día, empezó a hacerse «a raíz de la mezcla de culturas» en México, ya que hasta la llegada de los españoles allí «no había trigo ni azúcar».
En cuanto a las características de este dulce típico mexicano, Fanny explica que se trata de un bollo «parecido al brioche» que se aromatiza con naranja, canela y azahar. «Se parece bastante al roscón de Reyes. El tradicional va solo pero también se puede rellenar de crema pastelera, nata, trufa, dulce de leche… Las personas suelen tomarlo en el desayuno o para merendar», detalla. En Voila Cake la pastelera los hace de 250 gramos y aunque se enfoca más en el tradicional también lo ofrece con relleno. Y lo mejor es que quienes quieran probarlo todavía están a tiempo porque lo seguirá haciendo, siempre bajo reserva, durante lo que resta de semana y la siguiente. «La gente cada vez está más abierta a probar cosas nuevas. Antes solo venía pan de muerto a la comunidad mexicana pero ahora cada vez más granadinos lo piden», asegura.
Además de los dulces, hay otras elaboraciones típicas en México para el Día de Muertos, platos más contundentes como los tamales o el mole. Unas elaboraciones tradicionales que llegada esta festividad se pueden disfrutar en Granada en El Nopal, un restaurante que acumula ya una década de trayectoria en la ciudad y que se ubica en la calle Martínez Campos, 23. Rhina Orozco es la propietaria del establecimiento y también la cocinera. «Procuro que en la carta todo México este representado, de norte a sur. Así que cuando llega el Día de Muertos también nos gusta hacer algo especial», explica la hostelera.
Cada año hacen lo mismo en esta época: montan un altar cargado de símbolos que todo el mundo puede visitar en su restaurante. «Para nosotros no es una tristeza, sino una alegría. Nuestros muertos ese día no están muertos, están con nosotros». Y en el caso de este año el altar estará disponible durante lo que resta de semana. Pero no se conforman únicamente con montar el tradicional altar mexicano, también preparan algunos platos típicos de México para que la celebración sea exactamente como en el país americano. «Ponemos platos tradicionales como el mole y los tamales, que son elaboraciones que habitualmente se llevan a las tumbas además de un chupito de tequila para recordar y celebrar», explica.
Rhina explica que son elaboraciones cargadas de ingredientes y como ejemplo pone el mole, que cuenta con alrededor de 34 productos diferentes para su elaboración entre los que se encuentran el chocolate, los frutos secos, el anís, la pimienta y diferentes clases de chile. Mientras que los tamales son elaboraciones preparadas con masa de maíz rellena de carne, verdura, hortalizas y salsas envueltas en hojas de plátano, tal y como se hace en el sur de México, o con hojas de mazorca de maíz, más propio del centro del país. Y, a parte de esto, también preparan la tradicional cochinita pibil, que es «un platillo de cerdo que se cocina a baja temperatura durante muchas horas de cocción y que se sirve acompañado de cebolla morada y cilantro».
Sobre la tradición de celebrar el Día de Muertos en su restaurante de Granada, la cocinera y propietaria de El Nopal explica que es algo que hacen «desde que abrimos». «La gente al principio no lo entendía, la verdad. Para los españoles es chocante ver cómo celebramos la muerte porque aquí es un día muy triste», comenta Rhina. Por otro lado, para los mexicanos se trata de «una fiesta» en la que se celebra el pase «a una mejor vida». Sin embargo, pese a que pueda resultar chocante, poco a poco se ha ido extendiendo por nuestro territorio: «Después de tantos años la cultura mexicana se ha metido ya en Granada y no solo se está entendiendo ya esta celebración, sino que la gente cada vez se suma más a ella».
Una celebración en honor a la vida de los seres queridos que se convierte en el día perfecto recordarles, revivir anécdotas con ellos y disfrutar de los platos más tradicionales. Algo que en Granada es posible gracias a negocios como el Restaurante El Nopal y la pastelería Voila Cake.
Fanny Martínez, propietaria de Voila Cake, siempre tuvo claro desde que llegó a España que no solo iba a hacer pasteles y dulces tradicionales. La pastelera quería hacer un guiño a México, su país, ofreciendo bollería típica de allí para acercar el país mexicano a Granada. «Me gusta difundir mi cultura y tradiciones. Además del pan de muerto también hago conchas y otros productos típicos mexicanos para dar a conocer nuestra gastronomía», explica.
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José A. González y Leticia Aróstegui (gráficos)
David González
Claudia Turiel y Oihana Huércanos Pizarro (gráficos)
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