El postre más famoso de los territorios lojeños da un paso adelante y presenta un frente unido en busca de su mejor versión. De la mano del Ayuntamiento de Loja, la Asociación Lojeña de Comercio y los obradores tradicionales del municipio, han promovido el registro de la marca y ciertas delimitaciones para controlar la calidad de un producto milenario, del que hay constancia escrita desde 1836 pero cuya herencia proviene de la época nazarí.
Publicidad
El registro de marca, cuya imagen queda también definida como una seña icónica y reconocible para todos, define una receta concreta, unos ingredientes determinados, una elaboración tradicional y una ubicación concreta. Así, Repostería Lojeña, pastelería Santa Teresa, obrador Bonachera, Abades, el obrador de Malagón y el de la Viuda de Manuel Muñoz serán los establecimientos reconocidos y oficiales en la elaboración del auténtico rosco.
Tal y como explicaba la concejala de turismo de la localidad, Paloma Gallego, la intención es que Loja continúe teniendo la exclusividad de su dulce más característico. «Esto impedirá que el Rosco de Loja, algo tan nuestro, sea copiado» comentó Antonio Maldonado, gerente de la confitería Santa Teresa. Como resumía Loli Rodríguez, propietaria del obrador Bonachera, Loja conserva así un patrimonio gastronómico muy importante e identitario.
Accede a todos los contenidos el primer mes por 0,99 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.