Alcachofas y habas en el corazón de la Vega

Huétor Vega se ha convertido en uno de los destinos culinario predilectos de los granadinos gracias a su amplia oferta en restauración. Sea para la celebración de eventos familiares o sociales o para disfrutar de alimentos autóctonos de gran calidad preparados de forma casera, Huétor Vega ha hecho del patrimonio gastronómico uno de sus santo y seña. Y precisamente ahora, cuando las alcachofas y las habas se encuentran en su momento óptimo, es tiempo para disfrutar de la primera edición de una ruta específica, creada al efecto por el Ayuntamiento de Huétor Vega. Y es que la alcachofa y la haba son dos de las piedras angulares de la agricultura de Huétor Vega desde tiempos inmemoriales.

Hay que recordar que griegos, romanos y cartaginenses consumían alcachofas ya desde el siglo IV a. C. En la Península, su cultivo fue introducido por los árabes quienes encontraron en la vega granadina el lugar ideal. El peculiar sabor de este producto radica en el microclima de la vega, que ofrece a la alcachofa unas cualidades gustativas y una calidad gastronómica excepcional, siendo Huétor Vega uno de los municipios con mayor representación de esta hortaliza, que es fuente de salud por sus propiedades depurativas y diuréticas y como antigrasas natural. Es buena para el hígado, resulta digestiva y reduce colesterol y triglicéridos.

La haba, por su parte, es uno de los cultivos de la vega de mayor importancia; su marcada calidad, especialmente las de Huétor Vega, jugosas, tiernas y sabrosas; se debe a un factor fundamental que es el agua que se utiliza para regarlas. Su cultivo es de gran interés económico y radica en la multitud de aprovechamientos que tienen, siendo un producto rico en principios nutritivos, proteínas sobre todo.

Precisamente ahí, en el agua de riego, radica el secreto del dulzor único de un producto que es un auténtico manjar. En Granada existen otras muchas zonas donde se producen las habas, pero las de Huétor Vega son de las más cotizadas del mercado por el peculiar y característico matiz de sabor.

Además de los productos de la tierra en general y de las alcachofas y las habas en particular, la oferta gastronómica que se puede disfrutar en los bares y restaurantes de Huétor Vega es amplia y variada, con las carnes propias de la tierra servidas con la profesionalidad y la atención cercana del personal. Hay que destacar, también, la relación de calidad–precio que ofrecen los establecimientos de restauración de una localidad que vive unos días grandes, gastronómicamente hablando.

Huétor Vega cuenta con una arraigada tradición vinícola, que hay constancia de que el viñedo ya estuvo presente en la agricultura árabe granadina de la vega. Así, en los últimos años, el sector de la restauración ha ido cobrando una espléndida presencia en Huétor Vega, fortalecido por el vino como valor turístico y de interés, contribuyendo al desarrollo socioeconómico local. Los mostos son bien valorados.

La amplia tradición restauradora de Huétor Vega cobró impulso desde mitad del siglo XX, cuando surgieron pequeñas tabernas en las paradas del tranvía que unía Granada con Huétor Vega y La Zubia. Con cada vez más demanda, tanto por parte de los trabajadores y los viajeros como de los vecinos del pueblo, se consolidaron los merenderos que ofrecían más variedad de productos, con las excelsas verduras de la vega como estrella indiscutible de su propuesta.

Uno de los retos de las jornadas culinarias es el postre. En el caso de la I Ruta gastronómica de la Haba y la Alcachofa de Huétor Vega, lo han solventado incluyendo un sabroso y sorprendente postre hecho precisamente con habas, aprovechando su versatilidad y el dulzor que las caracterizas. El pueblo puede presumir de una tradición en repostería que, basada en las raíces, innova; y en una cultura del pan cuyo obrador más antiguo data de mediados del siglo XIX.