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Pepe Katena muestra parte de su carta.
Sabores marengos de siempre en el restaurante Katena Tropical
Destinos con sabor

Sabores marengos de siempre en el restaurante Katena Tropical

Pablo Amate

Jueves, 8 de agosto 2024, 23:08

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Si aprecian la foto, no crean que Pepe 'Katena' está en una pescadería de lujo. Es la zona donde se cuidan y mantienen los especímenes que, según la temporada y a diario, surten su carta marinera, pues hay más donde escoger. Destaco al restaurante motrileño Katena como ejemplo de los otros muchos del litoral granadino que ofrecen productos del mar y la tierra antes de que se hubiese inventado la expresión, hoy manoseada de 'kilómetro cero'. Son muchos los años que llevan Pepe y su familia trabajando duro para ofrecer cada día lo mejor de la mar y las vegas de Motril y, desde el inicio, sus frutos tropicales. Hubo un tiempo en que el 90% de mangos, papayas, chirimoyas, aguacates, etc. se enviaban al exterior.

Gran museo marino Katena

Pida, cuando vaya a comer y previa reserva, ver su 'oceanográfico' particular. Se sorprenderá de las excelentes condiciones del espacio donde atesora, en el real término del concepto, especímenes de pescados y toda la gama marisquera que siempre tiene en carta.Esa cocina marinera que se encuentra en algunos otros restaurantes de la Costa: almejas marineras y de carril, mejillones, cigalas terciadas, langosta y bogavantes cantábricos, conchas finas y amplio surtido marisquero. Trabajar el pescado en hostelería es complejo. Los Cunini, Antonio Moya del Asador de Castilla y los Katena son señeros. Saber comprar en día, lugar y puerto es arduo: boquerones, rape, chipirones, salmonetes, pescadillas, pulpo, calamaritos, chopitos, mero, rodaballo, emperador, herrera, pargo, etc. están presentes siempre, según temporada.

Homenaje al espeto y pulpo brasa

El asombro cibárico no finiquita con lo reseñado. En su terraza exterior dispone de brasas para el pulpo y espetera donde las sardinas y otros especímenes se aprestan atávicamente: fuego y mar. Dada la gran demanda, el género rota diariamente y la experiencia de los Katena asegura un producto donde la calidad es máxima. No olvidé las quisquillas de Motril, solo las de Alborán. Sin dejar al margen sabores antiguos: sopa sevillana, de mariscos y otras, Verduras y carnes varias y rojas a la parrilla. Un destino secular, sin abalorios y cercano. Mantiene esos platos atemporales. Además del pulpo con alioli, gallega o a la brasa. Hay arroz caldoso de pescado y marisco, paella de mariscos con langosta o bogavante. Postres de frutas tropicales y aparcamiento con vistas al mar. Ya saben que Motril es mucho más 'y mierda pá el Chaquetas'.

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