Los sabores de la plaza de la Romanilla

La ciudad de Granada es una de las más turísticas de España. De hecho, basta con darse un paseo por el centro de la ciudad para darse cuenta de ello. Solo en 2024 recibió a 6,7 millones de visitantes, una cifra que posiblemente sea incluso mayor en 2025. Y como cualquier ciudad que recibe la visita de tantos turistas, hay algunos lugares que están diseñados de forma específica para ellos, con negocios que buscan obtener los máximos beneficios económicos posibles de su visita.

Con frecuencia, estos lugares suelen convertirse en zonas poco transitadas por la población local. Y es que al ver un restaurante lleno de extranjeros el primer pensamiento que suele venir a nuestra cabeza es que el precio de sus platos será bastante más caro de lo normal. Una de esas zonas que los granadinos piensan que es un lugar para guiris es la céntrica plaza de la Romanilla. Sin embargo, aunque también haya negocios especialmente pensados para turistas en ella, allí es posible dar con varios restaurantes que ofrecen propuestas atractivas, vistas a la Catedral y una ubicación única en pleno corazón de Granada frente al Centro Federico García Lorca.

Uno de ellos es Pureza 90, un restaurante de cocina mediterránea que ofrece una mezcla perfecta entre tradición y modernidad. Abrieron sus puertas en 2021 con una idea clara: enfocarse hacia un público local y no a los turistas. «Estamos en una plaza en la que pasan muchos turistas pero nuestra clientela principal son los granadinos», cuenta a IDEAL Jose Padilla Gómez, propietario del negocio.

Según detalla Jose, lo más destacado de su cocina tiene que ver con platos mediterráneos aunque también ofrecen sabores asiáticos e italianos. Pero las especialidades de la casa no podrían ser más autóctonas: «Lo que más brilla son los huevos rotos, las croquetas de la casa y la carne, con la Pajuna de Sierra Nevada como principal protagonista». Comida a parte, la joya de la corona del establecimiento es la terraza, en plena plaza de la Romanilla y con vistas a la Catedral. «Es lo que busca la gente y nuestra esencia. Las vistas son espectaculares».

Hasta hace poco, de hecho, solo ofrecían sus servicios en la terraza. Y es que, como sucede con la mayoría de restaurantes de la zona, los espacios interiores «son muy pequeños». Pero para poner solución decidieron realizar una ambiciosa reforma. «Hemos habilitado un salón interior con 11 mesas, aprovechando hasta el último rincón. Es algo que nos ayudará mucho los días de mucho frío o lluvia, que a la gente le echaba para atrás estar en la terraza», explica Jose.

Sobre cómo es trabajar en una plaza tan concurrida, el hostelero comenta que «al haber tanta gente siempre estamos llenos», aunque reconoce que esto hace que muchos granadinos piensen que se trata de «una zona de turistas». «Creen que vas a tener precios caros y que les vas a engañar, pero lo cierto es que nuestros precios son muy competitivos y nos apretamos mucho el cinturón para que el máximo de personas pueda venir a nuestra casa». Pese a que su público objetivo sean los granadinos, lo cierto es que su clientela se reparte al 50% entre extranjeros y locales: «Depende de la época del año, la verdad. Ahora en veranillo los granadinos se van a la playa y hay más turistas».

«Para nosotros es un orgullo estar en una plaza tan emblemática de Granada y con la Catedral como testigo», cuenta a IDEAL Borja Olmedo, propietario de Parole Ristorante, ubicado muy cerca de Pureza 90. Al igual que Jose, Borja reconoce que su clientela es mitad local y mitad extranjera. «Los fines de semana tenemos más gente de Granada y entre semana hay más turistas». Y el hecho de que los extranjeros suelan comer y cenar antes hace que atender a todo el mundo sea algo más fácil.

«En Parole intentamos ofrecer un viaje a Italia a través de la comida, la ambientación, la decoración y la música. Además, todos los ingredientes menos el jamón serrano son italianos», incluso el agua (Aqua Panna y San Pellegrino) la traen de allí. Sin olvidar su horno, que es realmente especial: «Fui a Nápoles a por él, es de los pocos hornos eléctricos avalados por la Asociación Veraze de la Pizza Napoletana y alcanza los 400 grados». De hecho, explica que en más de una ocasión clientes italianos les han felicitado por la calidad de sus pizzas.

Este restaurante también abrió sus puertas en 2021. Y desde el primer día Borja tenía claro que no iba a ser un italiano más. «Debíamos ofrecer un lugar elegante, muy cuidado y que ofreciera una experiencia integral con la calidad del producto como estrella. No íbamos a ser un fast-food italiano». Sobre si existen diferencias entre el cliente local y el de fuera, el hostelero reconoce que «te encuentras de todo» aunque por lo general sí que las hay. «Los turistas suelen tirar más de carne y pescado. Además, mientras que aquí nos gusta compartir platos y probar más cosas, ellos son más de un entrante y plato único», explica.

Al tener tanta demanda Borja reconoce que no es sencillo poder atender a todo el mundo. «Desde que abrimos siempre estamos llenos todos los fines de semana, así que tuvimos que instaurar un turno doble esos días para adaptarnos a la alta demanda y a las colas que se forma en la plaza», algo que sabe que no es del agrado de todo el mundo pero que «es la única manera de satisfacer la demanda y rentabilizar la situación. «Los márgenes en la hostelería cada vez son menores y tienes que hacer auténticas ecuaciones para que salga todo, mantener una buena relación calidad-precio y ofrecer buenas condiciones a los trabajadores», explica. Y pese a como marcha el negocio, tiene claro que no abrirá otro Parole en una nueva ubicación: «Parole es única sede. Apostamos por el futuro siempre pero hacer eso sería perder nuestra esencia».

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