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Todos los años, los musulmanes de todo el mundo celebran el Ramadán, que es el mes en el que el profeta Mahoma recibió la primera de las revelaciones que componen el Corán. Un mes sagrado para el Islam que este 2025 tiene lugar desde finales de febrero hasta el próximo 30 de marzo. Durante su celebración los musulmanes se proponen crecer espiritualmente y establecer una relación más sólida con Alá, algo que hacen rezando, recitando el Corán y ayunando entre la salida y la puesta del sol.
De este modo, no pueden comer desde que amanece hasta que anochece, algo que ahora ocurre en torno a las 19:20 horas. Llegado ese momento se rompe el ayuno con unos platos muy característicos de la cultura árabe. Unos sabores que, llegado el Ramadán, también se pueden degustar en Granada. «Desde el amanecer no podemos comer ni beber agua. Y cuando se va el sol, que ahora es pasadas las 19:00 horas, rompemos el ayuno», cuenta a IDEAL Omar Bounouadar, propietario del Restaurante Tetería Alhambra, un restaurante de comida árabe ubicado en el centro de la ciudad.
Según explica Omar, siempre suele romperse el ayuno de la misma forma: «Empezamos con dátiles y un huevo cocido, después tomamos la harira, que es una sopa marroquí con base de tomate, garbanzos y apio, y luego ya se puede comer cualquier otra cosa». Cuscus, tajín, pastela… Todo depende del gusto del comensal. Y en su restaurante se pueden degustar todos esos platos durante esta época del año. «Después de los dátiles, el huevo y la harira puedes comer lo que quieras, pero que no falte el té moruno con hierbabuena».
Procedente de Marruecos, Omar llegó a Granada hace ya mucho tiempo. «Soy de un pueblo pequeño del norte de Marruecos. Como mi hermano estaba aquí, decidí venir con él. Y ya me casé y me quedé en Granada». Tras su llegada empezó a trabajar en hostelería y después de una década de duro trabajo decidió montar su propio negocio en 2016, el Restaurante Tetería Alhambra. «La verdad es que el restaurante fue bien desde el principio, así que cada año mejoramos y vamos a más».
Sobre el Ramadán, reconoce que lo viven de una forma especial en su negocio. Para empezar, tanto él como sus trabajadores rompen el ayuno allí mismo. «Como somos varios, nos dividimos y mientras unos comen otros atienden a los clientes, así todos podemos comer sin problema». Y aunque la mayoría de sus clientes son turistas, cada día también reciben también a varios musulmanes que se esperan a que atardezca para poder romper el ayuno con ellos en el restaurante. «Muchas personas vienen por la tarde y se quedan esperando hasta que pueden comer, es algo normal para nosotros así que lo hacemos en grupo», explica.
Además de platos como la harira, el tajín o el cuscus, los dulces también tienen un gran protagonismo durante el Ramadán. Y en lo relativo a dulces árabes y andalusíes, hay unos referentes en Granada: Ziríes, un negocio especializado en repostería árabe ubicado en la Carrera del Darro. «Nuestros clientes musulmanes durante los días de Ramadán suelen hacernos muchos encargos para romper el ayuno. Lo que más suelen pedir es baklava y chebakia», comenta Reduan Mohamed Hamido, propietario de Ziríes. Y es que, tal y como explica, el dulce es el primer alimento al que se recurre para romper el ayuno, ya que después de tantas horas sin comer el azúcar suele estar «muy bajo» y es necesario reponerlo.
Cada uno de sus dulces los elaboran en su obrador del Zaidín, donde, además de recetas árabes, también preparan dulces andalusíes e incluso recuperan recetas que se habían perdido como la almojábana. «Nuestra idea es la de recuperar la tradición del dulce árabe y andalusí en Granada. Usamos ingredientes de aquí y los hacemos de una manera diferente y especial».
Su variedad de productos es bastante grande, aunque al ser preguntado por los dulces más vendidos Reduan dice que los más representativos de Ziríes son el baklava tradicional de pistachos, que lleva miel cruda mil flores, mantequilla ghee y esencia de azahar, el kunafeh, que es un dulce relleno de queso fundido con miel, mantequilla ghee y esencia de azahar, y los cuernos de gacela, que preparan con masa filo pintada de mantequilla y rellena de almendra con canela y azúcar glas espolvoreado. «Son elaboraciones con un sabor delicioso. Invito a todos los granadinos a degustar nuestros dulces y ver cómo hemos recuperado la tradición andalusí», añade Reduan, que se muestra «muy contento» por como marcha su negocio en la ciudad.
Aunque Ziríes se define como un establecimiento dedicado a la venta de repostería árabe y andalusí, lo cierto es que no solo elaboran dulces en su obrador. De hecho, tal y como confirma a IDEAL Reduan Mohamed Hamido, su propietario, hay un producto que se encuentra entre los más demandados de la tienda y que es salado: la pastela árabe. «Es una elaboración muy especial porque nosotros fabricamos nuestra propia masa filo y la hacemos con ella», explica. Y, además de esa masa filo, en el interior lleva un pollo marinado cocinado a fuego muy lento, cebolla, Ras el Hanout, que es una mezcla de especias de origen marroquí, y almendras.
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