Los deliciosos cangrejos en tempura con salsa tailandesa/granadina de Garden Plaza. j. l.
Gastrobitácora

La sabrosa sofisticación de Garden Plaza

El restaurante de la plaza Emilio Herrera tiene una propuesta gastronómica diferente a lo que se suele hacer en Granada, incluyendo una sugerente y atractiva carta de tapas

Jesús Lens

Granada

Viernes, 25 de abril 2025, 00:11

Un par de cangrejos de concha blanca australiana en tempura con salsa tailandesa/granadina de chili crab. Eso era inexcusable. Lo había probado hace unos meses y me encantó a la vez que me sorprendió, mucho y gratamente. Entonces, al volver a Garden Plaza, me convertí en una especie de dictadorzuelo del Zaidín y los pedí por mí y por mi compañera. Como cuando éramos críos, jugábamos al escondite o a polis y cacos y alguno de los más habilidosos salvaba al pelotón de los torpes, ya detenidos y ociosos. ¡Esto hay que probarlo, sí o también!

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Y lo probamos. Y triunfó. Porque es un platazo. De los de comer con las manos, pringarte y manchurrearte. De los de chuparte los dedos, en sentido figurado, pero también en el literal. Porque ese cangrejo se come entero y a bocados, que no hay que andar bregando con su coraza o el recubrimiento de las patas para chuparlas. Se coge, se lleva a la boca, se mastica y se saborea.

Al terminar la comida charlamos un rato con Cristian Puebla, uno de los dueños y cocinero, que nos preguntó por la contundencia de sabor de esa propuesta tan osada, diferente y original. «Maravilloso», respondimos al unísono. Y, sobre la marcha: «¿qué lleva la salsa?». Muchas cosas. De fuera y de aquí. Es lo que le gusta a Cristian: descubrir sabores y texturas exóticas y combinarlas con ingredientes y recetas granadinas. «Soy autodidacta. Me he formado y me sigo formando a través de internet y mi gran inspiración es Dabiz Muñoz», nos cuenta Cristian. De hecho, ese cangrejo está inspirado en una de las recetas del genio de DiverXo.

Como fuimos tarde a comer, ya se había terminado la ensalada de garbanzos templada con curry, verduras crujientes, piñones tostados, aguacate y anchoa. Es la que está en lo alto de la carta, al principio del todo, y la boca se te hace agua al imaginarla. La cambiamos por unos 'fideos gordos': Shaomai de secreto ibérico a baja temperatura deshilachado en salsa yakiniku, caviar cítrico, yema de codorniz y mahonesa de wasabi ligera. ¿Qué les voy a decir de la explosión de sabor? ¡Espectacular!

Ojo, que en Garden Plaza, cuyas cristaleras convierten al establecimiento en luminoso como pocos en Granada, con su estética contemporánea; también tienen platos más convencionales. Hay hamburguesas variadas, un pollo picantón que apunta a delicioso y cortes de carne como entrecot de nuestra Pajuna de Sierra Nevada o costillas de cerdo.

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Soberbia carta de tapas

Junto al menú, el equipo de sala que dirige el otro socio de Garden Plaza, Daniel Nieto, siempre ágil y atento, te anima a mirar su propuesta de tapas, tanto en la terraza como en el interior. Tampoco te dejan indiferente, que son generosas, variadas y bien despachadas, del Mini Paco con su lomo lechuga, queso y toque de mahonesa de kimchi a la hamburguesa con salsa gaucha.

El Camembert frito con salsa de mango agripicante está de escándalo, como las fajitas de carne con guacamole o las diferentes modalidades de pollo: al curry tailandés y arroz o el teriyaki japonés y arroz. Y es que en el mundo de la tapa granadina también hay capacidad de innovación, sorpresa y disfrute para la gente.

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No es de extrañar, pues, que Garden Plaza acoja a una clientela felizmente variada y cosmopolita, de todas las edades, desde esa chavalería alegre y festiva cada vez más sibarita, en el mejor sentido de la palabra, abierta a descubrir nuevos sabores y gastronomías de fuera; a gente más mayor igualmente abierta de mente –y de papilas gustativas– y proclive a los mestizajes culinarios.

Cuando terminamos con el coulant de chocolate y la tarta de queso horneada lo justo, Cristian nos animó a probar, la próxima vez, un plato nuevo: el nido crujiente de secreto deshilachado a baja temperatura macerado en salsa yakiniku, crema de guisantes ahumada y glaseado de secreto con su propia grasa. ¡No me digan que no suena espectacular! Un lujazo para esta Granada gastronómica nuestra y una excelente excusa para volver. A no mucho tardar.

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