Una sabrosa serie de contenido gastronómico para disfrutar en Netflix

En realidad, sus personajes también parece vivir confinados. Toda la acción de los episodios, de menos de media hora de duración, transcurre entre las cuatro paredes de una cantina muy particular: situada en un barrio noctámbulo de la capital japonesa, abre sus puertas cuando llega la medianoche y permanece abierta hasta el amanecer. En ella coinciden oficinistas que salen tarde del trabajo con la gente de la noche: bailarinas, jugadores, artistas, amantes furtivos y algún que otro maleante. El dueño del local, cuya cicatriz en el rostro le hace inconfundible, siempre tiene un ramen preparado y, a partir de ahí, cocina lo que piden los clientes, pero solo si tiene los ingredientes a mano. Diálogos maravillosos, personajes cálidos, vulnerables y afectuosos; bocados de poética realidad, existencias fugaces. Basada en un cómic igualmente excepcional, esta serie nos anima a sentirnos como en casa dentro de un garito geográficamente muy distante, pero cuyas coordenadas emocionales nos resultan mucho más cercanas.