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Pablo Amate
Jueves, 15 de agosto 2024, 23:42
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Si no tiene que ir a las Olimpiadas, le aconsejo esperar a que culminen todos los eventos y parafernalia que abarrotan la ciudad de la luz, con gran parte del casco urbano bloqueado por normas de seguridad. Además, como gran capital sufre robos a turistas y paisanos. Yo adoro París. La conozco bien pues he trabajado para nuestras autoridades españolas en muchas ocasiones. He alquilado el comedor privado del Louvre, el del Arco del Triunfo o bebido vino Málaga paseando con su directora por el Museo Picasso. Y un largo etc. que algún día contaré.
Hoteles y alojamientos
El 90% de los hoteles de toda categoría están completos. No por atletas, que tienen su sede. Son los 'agregados' que copan desde los 'gran lujo', como el Hotel Ritz, a pequeños insufribles 'una estrella'. Ya saben que las instalaciones hoteleras del mundo carecen de la calidad española. En su publicidad ponen la foto del hall, muy bonito y lujoso, pero la realidad es patética en todos los parámetros. No les podré dar algunas pistas, pues todo está repleto, ahora con los Juegos Paralímpicos.
Mercados al aire libre
En la ciudad y zonas turísticas, los sugerentes cafés y sus veladores van llenos y es bien difícil encontrar mesa, por muy juntas que las ponen en toda Francia. Y en la barra no se suele atender. Verá todo lleno de cantidad de personas, miembros de las delegaciones olímpicas de todo el mundo, que llenan y dan contraste a los veladores y restaurantes de todo tipo de París. Ahora, más que nunca, las razas se mezclan, unos con chaqueta y menos en chándal de su país. Los atletas están en sus sedes mientras políticos y adláteres disfrutan de todos los tópicos parisinos. Como siempre.
Petit déjeuner con 'charme'
Habrá muchos mercados de productos franceses que no se pongan por seguridad. Prueben con los museos, pero temo que tampoco. Piense que hay muchas legaciones desocupadas y con gastos pagados. Despídase de los mejores hoteles. Todos están reservados hace tiempo para gerifaltes y acólitos. Si puede, intente reservar un desayuno inolvidable por calidad y precio. Pruebe los mejores croissants en el desayuno, de tamaño pequeño y crujiente, en el sugerente Hotel Lutecia, con historia sombría.
Hotel Bristol
Otro lugar que desconocen los turistas para un buen brunch es único. Este hotel 'gran lujo' fue vivienda la Marie Antoniente. Enfrente, a pocos metros, está el Palacio del Elíseo. Pida su brunch con champan Mumm. Hay de todo: charcutería, quesos, foie de oca, crujientes panecillos, y amplia gama de 'pastisserie' y dulces. Recuerden, en Europa se come entre las 12:00 y las 15:00. Siempre estará París.
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