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Merche prepara un combinado en la calle San Antón, donde se encuentra su local. IDEAL
El talento de una barmaid de Granada en un mundo de hombres

El talento de una barmaid de Granada en un mundo de hombres

Con nombre propio | Merche Lara ·

Merche Lara es propietaria y experta en gastronomía líquida en Ruta de la Seda, un negocio que lleva con su hermano Juanjo desde 2015

alberto flores

Viernes, 11 de junio 2021, 01:01

Cuando hablamos de alta cocina, lo más normal es que a nuestra mente vengan elaboraciones típicas de cocineros con estrella Michelin, probablemente de bocados sólidos que llevarnos a la boca. Pero lo cierto es que la gastronomía no solo es comida, hasta el punto de que la parte líquida juega cada vez un papel más protagonista. Ya sea a través de recomendaciones de vinos, menús maridados a medida o cualquier otra bebida para ofrecer una experiencia única. Algo que también sucede en la coctelería, cada vez más adaptada a los tiempos que corren y en una constante búsqueda de nuevas técnicas para dar con nuevos sabores y combinados a la altura de los mejores platos de restaurante.

«El mundo de la cocina me había encantado siempre pero cuando terminé el instituto tenía muchas dudas sobre qué estudiar»

Ahumados, esferificaciones, siropes caseros, incluso falso caviar. Son algunas de las señas de identidad de los cócteles que prepara Merche Lara, barmaid y propietaria de Ruta de la Seda. Una granadina que desde 2015 se dedica a la gastronomía líquida junto a su hermano Juanjo y que cambió su vida por completo para dedicarse a su gran pasión: la gastronomía. «El mundo de la cocina me había encantado siempre pero cuando terminé el instituto tenía muchas dudas sobre qué estudiar», cuenta Merche, que reconoce que el ver que la mayoría de los grandes chef con estrella Michelin eran hombres le hizo pensar que le haría más difícil destacar. «No había muchas mujeres en las grandes cocinas y decidí estudiar Derecho, que era una carrera con muchas salidas», sin embargo, la decisión no tuvo nada que ver con su vocación y eso le llevo, tras trabajar varios años, a dar un gran giro a su vida.

«Tanto mi hermano como yo estábamos trabajando de lo que habíamos estudiado, pero teníamos el gusanillo de montar nuestro propio negocio y que fuera algo que guardase relación con la gastronomía». Tras visitar varios locales, encontraron el que más tarde pasaría a ser la Ruta de la Seda: «Vinimos a ver el establecimiento y nos recordó muchísimo a los locales de la época de la ley seca en los años 20 porque tenía una distribución muy diferente a lo habitual. En Granada hay muchos locales de copas pero son más de lo mismo y nosotros queríamos destacar». Y con el local perfecto para ellos en bandeja, se pusieron en marcha. Buscaron distinción poniendo arena en la entrada y camas balinesas para generar un ambiente especial. Mientras que el siguiente punto para destacar sobre los demás estaba relacionado con los cócteles, con los que también querían ir un paso más lejos.

«La coctelería en Madrid y Barcelona está muy valorada pero aquí en Granada no tanto y nos costó introducirla porque no había mucha cultura del cóctel»

«Tenía la espinita clavada de la cocina y vi la oportunidad de crecer y hacer gastronomía líquida, de desarrollar mi pasión a través de los cócteles». Desde ese momento comenzó a formarse con diferentes cursos, yendo a congresos gastronómicos y leyendo mucho, algo que considera fundamental ya que «tienes que estar a la última, al igual que en cualquier profesión, para no quedarte atrás». Pero, pese a su duro trabajo, los comienzos fueron difíciles. «La coctelería en Madrid y Barcelona está muy valorada pero aquí en Granada no tanto y nos costó introducirla porque no había mucha cultura del cóctel», cuenta la propietaria de Ruta de la Seda, que es consciente de que muchas personas prefieren tomarse un gin tonic tradicional después de comer porque no están acostumbradas a sus elaboraciones. «Por eso me encanta el trabajo que hemos hecho, la gente ahora viene a visitarnos y se deja asesorar porque saben que van a vivir una experiencia diferente».

«No es mezclar cosas al azar, es buscar ingredientes que combinen bien y que tengan armonía y probar hasta dar con un resultado perfecto»

Al igual que sucede con las elaboraciones de restaurante, los cócteles de Merche llevan un gran proceso creativo detrás. Todo con el objetivo de conseguir una conjunción perfecta entre sabores, texturas, olores, colores y presentación. Porque todos los sentidos entran en juego con sus combinados. «No es mezclar cosas al azar, es buscar ingredientes que combinen bien y que tengan armonía y probar hasta dar con un resultado perfecto». Sobre el futuro, la barmaid cree que les espera un buen verano tras unos meses complicados por el coronavirus. «Todo el mundo tiene ganas de salir y nosotros estamos en pleno proceso de crecimiento con muchos nuevos proyectos, tenemos mucha ilusión».

Cócteles de autor para enamorar a los sentidos

Una de las señas de identidad de Ruta de la Seda son sus cócteles de la semana, el equivalente a las sugerencias fuera de carta de un restaurante, con la que ofrecen nuevos combinados que buscan sorprender a sus clientes con auténticas elaboraciones con sello propio. Bebidas que son una experiencia para los sentidos y en las que nunca faltan técnicas de alta cocina, una bonita presentación y, por supuesto, un sabor inigualable.

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