Del tomahawk al T-bone, los cortes cárnicos más de moda

Granada Gourmet hizo parada en Albolote para cumplimentar visita a Cárnicas Zurita, una empresa que, nacida en 1970, este año tan complicado cumple su 50 aniversario.

Julio Orantes, director de las tiendas, ejerció de anfitrión y cicerone para hacer un recorrido por unas instalaciones que están recién renovadas. Y es que, como bien señaló parafraseando a Darwin, es necesario adaptarse a los cambios.

En ese sentido, los gustos del público también están cambiando y demandan, cada vez más, cortes especiales para sus carnes favoritas, de la vaca rubia a la Black Angus, que «el tema de las razas está despertando una auténtica fiebre», señaló Orantes. En Cárnicas Zurita tienen decenas de variedades de carnes y, al igual que Granada ha exportado el cordero segureño, cada vez se importa más y mejor producto de diferentes partes del mundo.

Entre los cortes más demandados por la clientela, Julio Orantes destacó los tradicionales en filete, cadera y para guiso y esos otros que resultan diferenciadores, como el muy vistoso tomahawk de ternera, un corte francés. También reseñó la picaña de la ternera, que es un nombre brasileño de la bola, la pata de la ternera, que termina en punta y «da una apariencia a Don Quijote». Y, por supuesto, el enorme y desmesurado T-bone, que enfrenta una parte de lomo y una parte de solomillo, lo que le da su reconocible forma de T. Sin olvidar otros clásicos como la entraña de ternera o la carrillera de ternera.

Y es que el público se deja aconsejar cada vez más, recuperándose un ambiente de carnicería más propio de hace cincuenta años que de hace diez. Durante el recorrido por las instalaciones de Cárnicas Zurita, Julio Orantes mostró sus pioneros paquetes preparados para barbacoa, los elaborados y preparados de carne con aliños con salsa teriyaki, alitas tex mex o hamburguesas de calidad suprema; las chacinas de toda la vida y ese proverbial jamón al corte, que se vende en platos sellados al vacío, que viajan muy bien; o el jamón de atmósfera controlada, que no se pega.

Un apasionado y completo periplo por el prolijo mundo de unas carnes que están en plena efervescencia.