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Típicos buñuelos de Trevélez, especiales para Semana Santa.
Tradición repostera en el pueblo del jamón

Tradición repostera en el pueblo del jamón

A qué sabe... | Trevélez ·

Más allá de sus renombrados perniles, en Trevélez se pueden degustar truchas, carnes a la brasa, pizzas artesanas y dulces

Jesús Lens

Granada

Viernes, 26 de marzo 2021, 00:45

Hablar de la tradición gastronómica de Trevélez es hablar de sus famosos y reconocidos jamones. Al llegar al pueblo, un vistoso monumento dedicado a la pata de cerdo curada en los secaderos de uno de los municipios más altos de la Península nos recuerda que, en 1862, la reina Isabel II concedió a Trevélez la prerrogativa de lucir el Sello de la Corona en sus perniles, tradición que continúa todavía hoy. La elaboración de este producto en Trevélez y en La Alpujarra tiene una tradición de muchos siglos, con empresas con más de 60 años de historia.

Generaciones de jamoneros han mantenido y transmitido de unos a otros los conocimientos, el buen hacer y sobre todo, el mismo procedimiento artesanal de selección, salado y curación que hacen único a este jamón.

El río Trevélez que, con su murmullo, arropa a los viajeros y residentes en el municipio, es rico en truchas, otro de sus productos gastronómicos por excelencia. Así las cosas, un buen plato de trucha rellena con jamón compendia en el plato la esencia gastronómica de Trevélez y hará las delicias de los visitantes que aprovechen para recorrer sus tres barrios, el Alto, el Medio y el Bajo, con sus eras, miradores, iglesias, fuentes y lavaderos. O para hacer alguna de las excursiones que nacen en el pueblo, puerta de entrada al Parque Nacional de Sierra Nevada. Son míticos los caminos que llevan a Siete Lagunas y al Mulhacén y los que configuran el GR7 o Sulayr.

El turismo gastronómico tiene uno de sus puntos fuertes en el Museo del Jamón y en la visita guiada a los secaderos de la localidad, donde se informa del proceso artesanal de curación de los jamones, con la posibilidad de posterior degustación y compra. Además, es remarcable la gran calidad de numerosos productos cárnicos y embutidos caseros: lomo, salchichón, morcilla, chorizo...

Trevélez cuenta con una amplia oferta gastronómica y numerosos establecimientos para poder disfrutar de ella en terrazas con increíbles vistas al río y a la sierra. Platos típicos y tradicionales son las migas, las gachas, el popular y contundente plato alpujarreño, el puchero de hinojos y la torta de chicharrones.

Además, el visitante podrá disfrutar de diferentes especialidades en cada uno de los establecimientos de Trevélez con las carnes de la mejor calidad, cocinadas de manera tradicional y con el mayor esmero a la brasa, a la parrilla o el choto, al ajillo. La localidad serrana también dispone de pizzerías donde se podrá degustar pizzas caseras y artesanales hechas con los mejores productos naturales.

El tradicional potaje de castañas

Aunque por su nombre pudiera parecer un primer plato de cuchareo, se trata de uno de los postres típicos y tradicionales de Trevélez, hecho con los frutos del terreno (castañas tostadas y peladas), canela, aguardiente, azúcar y matalaúva. Se puede tomar tanto frío como caliente, a gusto del comensal. Si se anima a prepararlo, se cuecen todos los ingredientes juntos, con la matalaúva en un trapo que se quitará cuando espese el caldo.

Carnes en un pueblo de montaña

La amplia oferta de alojamientos en Trevélez, para todos los gustos y los bolsillos, desde camping y hostales a hoteles y pensiones; se complementa con diversos establecimientos de restauración en los que las carnes adquieren un gran protagonismo. Chuletones de ternera a la brasa o solomillos rellenos de setas, como el de la imagen, se dan la mano con las carnes de cerdo más selectas. Y como guarnición, las patatas a lo pobre y diversas verduras braseadas.

Postres especiales de Semana Santa

Trevélez cuenta con varias panaderías que elaboran el pan y la bollería de forma tradicional en hornos de leña, esparciendo el delicioso olor a pan recién hecho por sus calles.

Además de otros dulces tradicionales, destaca la 'bicarbonata', una torta hecha con masa de pan, azúcar y aceite de oliva. Y los 'jallullos': pan de aceite con azúcar en una delgada capa de masa. Para la Semana Santa: leche frita, torrijas y, sobre todo, roscos fritos y buñuelos hechos con la receta tradicional.

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