Tradicionales pestiños para la Semana Santa

Hoy, comparto con vosotros la receta que me enseñó mi abuela, una elaboración sencilla pero llena de cariño. Estos los he preparado para llevar a la Clínica de rehabilitación de Los Cármenes, una pequeña muestra de agradecimiento por la gran labor que realiza todo el equipo: Elena, Leo… y en especial a mi fisio Alberto que todos los días trabaja para que pueda recuperar la movilidad tras la fractura que me ha puesto a prueba estos últimos meses.

Ingredientes:

2250 ml de vino blanco, 225 ml AOVE, la piel de 1 limón (sin la parte blanca), 1 rama de canela, una pizca de sal, 750 gr harina

AOVE para freír y azúcar para rebozar.

Elaboración:

En una sartén, vierte el AOVE con la rama de canela y la piel del limón. Calienta a fuego suave para que el aceite se aromatice bien. En un cuenco grande pon la harina con la sal, haz un hueco en el centro, añade el aceite, sin el limón y la canela, incorpora el vino blanco y mezcla bien. Poco a poco, ve mezclando hasta obtener una masa homogénea que no se pegue a los dedos.

Con las manos, forma pequeñas bolitas de masa, estira cada bolita con un rodillo hasta obtener una lámina lo más fina posible. Une dos lados opuestos de cada lámina, presionando ligeramente con los dedos en el centro para que no se abran durante la fritura. De esta forma, darás la forma característica al pestiño.

En una sartén con abundante AOVE, fríe los pestiños por tandas hasta que estén dorados por ambos lados. Colócalos sobre papel de cocina y, aún calientes, pasa los pestiños por abundante azúcar que los cubran bien.

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