Una Alhambra con | Men Marías, escritora y abogada
«A veces comemos de una forma emocional»
Una Alhambra con | Men Marías, escritora y abogada
«A veces comemos de una forma emocional»Costó cuadrar las agendas, pero era imprescindible mantener esta conversación con la escritora y abogada Men Marías en el centenario Gran Café Bib-Rambla y que Javier Navarro, uno de sus dueños, estuviera presente y participara en la misma, además de preparar algunos platos de la nueva carta, como la muhammara, una crema de origen sirio hecha con pimientos y nueces que está de lujo. Hace un mes se presentaba allí la novela más reciente de la autora astur-granadina. El concepto de marco incomparable cobraba todo su sentido dado que el Gran Café Bib-Rambla es escenario importante de 'Lo que arrastra la lluvia'.
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–¿Cómo se siente en uno de los escenarios de su propia obra?
–¡Fenomenal! Pero es que, además, como soy muy de escribir en bares y cafeterías, partes del libro las he escrito en esta terraza. Cuando presentamos la novela fue una sensación extraña, casi una disociación de personalidad. Me veía a mí misma sentada ahí fuera, escribiendo, y me daban ganas de gritarle a esa otra Men: «¡en qué líos me metes!», casi como si fuera mi enemiga. (Risas).
–¿Cómo usa la gastronomía para definir a los personajes?
–Marina, que detesta sus muslos rollizos, se harta de comer pechuga de pollo sin empanar y patatas hervidas, pero no le sirve de mucho. Carmen, sin embargo, ha llegado a sus cincuenta años siendo una sílfide y no parece que le haya costado esfuerzo.
–¿Puede influir en esa genética la alimentación de las anteriores generaciones?
–¡Absolutamente! Todo influye. La comida no solo alimenta al cuerpo, sino también a nuestro ADN. Lo que comemos y lo que damos de comer a nuestros hijos influye en nuestra descendencia. Lo que hacemos es lo que van a hacer ellos. No vale con decirles que lean si tú no lees, por ejemplo. Y con la comida, igual.
–¿Qué come Carmen, la protagonista 'afortunada' de la novela?
–No se priva, pero por la noche, con su marido Arturo, cenan ensalada. Y la disfrutan. Alimentos naturales, eso sí. Cuidan la salud. Al comer, alimentamos el cuerpo, pero a veces lo hacemos de forma emocional. Si estás triste, cocinas y comes de una manera diferente que si estás contenta.
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–¿Es usted 'cocinicas'?
–¡Mucho! Me salen muy bien las paellas y los platos de cuchareo como los cocidos. Con caldo denso, como se hacen en el norte.
–¿Fabes? ¿Cachopos?
–¡Fabes, claro que sí! Sin embargo, no soy muy de cachopo. ¡Es un sandwich que, en vez de con dos rebanadas de pan, se hace con dos vacas! (Risas). De Asturias me gusta el pescado del Cantábrico, que es muy sabroso. Vive en un mar frío y con muchas corrientes. Tiene que luchar contra la ola y eso hace más rica su carne. De pequeña, recuerdo mis visitas a la playa de Gavieiru, donde cogíamos las 'llámpares' (molusco de una sola concha) de las rocas. A mi madre le gustaban tanto que las comía en crudo. Y están las vacas: con tanta lluvia, la hierba está muy verde, y ese es su alimento, por lo que la carne es de mucha calidad.
–¿Dónde come buen pescado en Granada?
–¡En elBar FM! Es extraordinario. Y buena comida asturiana, en El Chigrín, con sus escalopines al cabrales.
–¿Y la sidra? ¿La escancia?
–¡Sí! Soy buena escanciadora. Me gusta la sidra natural, aunque aquí no sabe igual que en Asturias.La achampanada, sin embargo, no me gusta tanto.
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–¿Vino o cerveza?
–Soy más cerveza que de vino.
–En su calidad de abogada mercantilista, ¿cómo ve el panorama de la hostelería en Granada?
–Sin entrar en detalles, te diré que hay mucho impago a proveedores. Mucha deuda que se termina solucionando con quitas. En mi sector, por cierto, es importante salir, ir a las fiestas de las empresas. Cuenta mucho, es parte del trabajo... y no es fácil de compatibilizar con la vida familiar.
–¿Qué tal se come en los festivales de literatura negra?
–Hay de todo. En Gata Negra, en Extremadura, se come de maravilla, que la gastronomía es esencial y Luis Roso, el comisario, la cuida mucho. En otros festivales no tanto. Pero siempre gusta encontrarse con los colegas y ahí la comida está siempre presente y es muy importante.
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