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Entre Víznar y Alfacar
Destinos con sabor

Entre Víznar y Alfacar

pablo amate

Viernes, 20 de mayo 2022, 00:28

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Les propongo una gastro–ruta. Partimos de la capital para desayunar en el Albaycín, en Casa Pasteles a ser posible. Salimos por la antigua nacional y pasamos por el Haza Grande, donde triunfaron la Venta El Loro, la fuente de La Golilla y San Cristóbal, antiguo destino de recreo culinario. Hay buenas vistas a la ciudad.

La pólvora y El Fargue

Otra opción es cruzar por el camino de Fajalauza y, dejando el cerro de San Miguel, salir al Fargue, enclave de la Fábrica de pólvora, eufemismo para hablar de una de las pocas industrias armamentísticas del país. Fue antigua alquería y es un barrio más del Albaycín. Seguimos por esa antigua carretera nacional de Murcia hasta uno de los tres Huétor, este Santillán. Cruzamos el pueblo y a la derecha está La Posaílla, desde 1925. Sus mesas exteriores son idóneas para el aperitivo.

Rumbo a Víznar

Seguimos ese trazado, paralelo a la A-92, hasta llegar a una gasolinera donde nos incorporaremos a la autovía en dirección Granada. Y atentos al desvío. Un poco más abajo se indica: Víznar y Alfacar. Estrecha ruta, pero vamos tranquilos por tener reservada mesa, asunto este importante para tranquilidad de todos. Cliente y restaurante. Este pueblo, junto al de Alfacar, son los dos representantes del arte de las tahonas. Sus hornos han elaborado ricos panes desde hace décadas y décadas, con las ricas aguas cristalinas de la sierra de la Alfaguara.

Agua, leña y harina

El nombre de la sierra, Alfaguara, significa manantial. Y de sus entrañas brotan hilos plateados de gélidas aguas que dan ese buen punto a la masa de las panaderías, hoy encuadradas bajo la Indicación Geográfica Protegida que garantiza su elaboración artesanal. Pero no solo de pan vive el hombre. Gustan sus tortas de calda, de manteca, de chocolate, de aceite, de chicharrones, de cabello de ángel, hornazos, saladillas, pan de aceite, roscos de San Lázaro y demás galamerías.

Kiosco de Víznar

Vamos a lo que vamos. Siempre se comió bien en el pueblo de Manolo Garrido, gran comunicador de Radio Granada. Pero esta vez es 'tiro hecho'. La villa dispone de un parque para retozar y regodeo de vernáculos y foráneos. Y en ese marco, Mari Luz Dengra ofrece unos soberbios arroces: a la marinera, meloso o campero; siendo el culmen la caldereta de bogavante. Espécimen que se puede optar comer con judiones. O estos con perdiz.

Parada y mesa

Hay que disfrutar nuestra provincia y destinos, en este caso, de cercanías. Buenos aires y variadas raciones de ensaladas, surtida carta de pescados y buena carne de vaca. Como indicaba, mejor reservar para tener seguros los yantares. Cuídense.

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