Secciones
Servicios
Destacamos
Tatiana Merino
Viernes, 4 de octubre 2019, 01:09
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
La magnitud de este concurso, que aglutinó a sumilleres asociados de toda la comunidad autónoma de Andalucía, resonó con fuerza en cada uno de los profesionales que se encuentran en este amplio mundo del vino. Más de una decena de sumilleres se presentaron a la semifinal, que tuvo lugar el lunes 30 de septiembre en una de las salas del congreso gastronómico Granada Gourmet, que se celebraba en el Palacio de Congresos de la capital granadina. Dos horas de examen en el que discernir desde enfermedades propias de ciertas variedades de uva, hasta la humedad que puede tolerar un puro; el mejor té para maridar un postre concreto o detectar los máximos rasgos posibles de un vino del que no se conocía dato alguno.
Se cree que los exámenes de sumiller son de los más difíciles del mundo ya que la complejidad que este mundo abarca es realmente apabullante. Desde las diferencias de unas añadas a otras, tipos de uva, terruños, bodegas, formas de elaboración, país cosechero, autoría del vino, chocolates, aceites, destilados, tés o tabaco... los temarios son muy extensos. Tan sólo en el mundo del vino, conocer todos los países elaboradores, cada bodega del mismo, añadas, tipos, etc. parece una tarea titánica. No por ello los semifinalistas cesaron en su empeño y con la disciplina que les corresponde, entraron en silencio para comenzar la prueba escrita.
Tras la corrección de los exámenes por parte de quienes después liderarían las tres mesas de jurados que darían forma a la final, se comunicó que Julián Hermoso, jiennense de nacimiento y granadino de adopción, junto al granadino Pedro Bulpe y el carismático Antonio Cristófani de Jaén, conocido por todos como 'Che', pasaban directamente en la final.
La prueba consistía en una cata a ciegas y la temida carta errónea, donde se valora encontrar los errores de los vinos en carta, la descripción más profunda del vino a catar y el dominio del idioma, ya que uno de los vinos o destilados a catar deben describirse en inglés o francés. Los encargados de valorar dicha prueba fueron Rafael Bellido, presidente de los sumilleres de Andalucía, que ejerció como presidente de la mesa; Cristina Osuna, representante de la Asociación de sumilleres de Córdoba; David Rodríguez, vicepresidente de la Asociación de sumilleres de Granada y César García maître y sumiller del Hotel Alhambra Palace.
La segunda prueba era la mesa del comensal donde cinco jurados: Marcos Reguera presidente de los sumilleres de Jaén y director de la mesa; Yolanda Robles, miembro de la Academia Andaluza de Gastronomía por Granada; Enrique Zarco, gerente de Jamónzar; Jose Carlos Martínez gerente de Covigran y Tatiana Merino de Andalucía Gourmet, evaluaron un servicio en mesa de maridaje sobre un menú degustación.
Por último Jesús González, presidente de la Asociación de sumilleres de Granada y portavoz de la mesa que compartía como jurado con la sumiller Nadia Serbinova valoraban el servicio en copa y decantación de una botella de vino.
Una final reñida donde los finalistas se enfrentaron a sus propios nervios, sus dotes de servicio, sus conocimientos sobre el vino y los destilados y donde la pericia jugó un papel fundamental.
Como presidente fundador y de honor de la Unión de Asociaciones Españolas de Sumilleres (UAES), el conocido sumiller granadino Juan Muñoz, presidió el acto y dirigió la gran final.
A la complejidad de la prueba se suma que los finalistas no supieron que lo eran hasta el inicio de la final y el ganador tampoco se comunicó tras el fallo del jurado. Aún debieron engalanarse para acudir a la ceremonia de despedida de la sexta edición del congreso para recoger el premio y, en el caso de Pedro Bulpe, alzarse con la victoria. Actualmente ejerce como asesor de una bodega, pero formó parte del equipo de sumilleres de grandes restaurantes de estrella Michelin como es el caso del último restaurante en el que trabajó, Noor en Córdoba. El subcampeón fue Julián Hermoso propietario de Casa Antonio, la venta del puente en La Cerradura y quien ostenta actualmente el título de Mejor Sumiller de Granada. Antonio Cristófani es propietario y jefe de sala de Cantina La Estación en Úbeda y, aunque fue quien quedó en tercer lugar, compartió la alegría con sus compañeros y amigos, Pedro y Julián.
Un certamen que reunió lo mejor de la sumillería andaluza en torno a la jornada profesional del congreso gastronómico de la provincia. Tres representantes miembros de la Asociación de sumilleres de Granada que como manifestaba su presidente, Jesús González de La Tana, «un orgullo de podium que se queda en casa».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Le piden cárcel por espetar a una camarera latina: «Ojalá os metan en pateras»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.