Comer sobras, que no restos
Dimes y diretes de los sabores ·
No sé si llenó el ojo antes que la tripa, pero obligado por las normas en número de personas a la mesa, es posible que le hayan sobrado alimentos. No los tire. ÚselosPablo Amate
Jueves, 7 de enero 2021, 23:55
Hace muchas décadas, hubo en la capital nazarí un restaurante famoso por el punto que lograba en sus albóndigas, fuesen de carne o de pescado. ... La fatalidad u otras causas hicieron que despidieran al que en esos tiempos se llamaba 'maitre', hoy jefe de sala, en español. El hombre pregonó a los cuatro vientos que las gloriosas albóndigas se hacían con la comida sobrante dejada en los platos por clientes. Eso sí son restos.
Revisión a la intendencia
Vamos de exploración. Frigorífico, congelador, despensa, etc. Hasta la bodega, si dispone de ella. Mire a fondo todas las fechas de caducidad y el estado en que se encuentra cada producto. Hay géneros que, una vez abiertos, pierden su seguridad alimentaria. Si aprecia que en casa no se van a poder comer todo lo que ha quedado, lo idóneo es llevarlo a un Banco de Alimentos. Lo que esté sin abrir, por supuesto. Hágalo sin pereza, que en España se tira a la basura cada año miles y miles de kilos de comida sin haberse consumido.
No sea acaparador
Hay individuos de innato materialismo. Razonen. Si se ha quedado la pareja sola en casa, por muy golosos que sean los géneros, ponga dos dedos de frente y entréguelos antes de que se estropeen. He visto frigoríficos con 'jabuguitos' del año en que se inauguró la Expo del 92 en Sevilla. El matrimonio ya pensaba que formaba parte de la instalación de frío en el aparato. Y como no es recomendable, para nada, hacer cuchipandas con los amigos en casa, fríamente, nunca mejor dicho, valore lo que pueda aún engullir y lo demás, dónelo antes de que vaya a la basura.
Tiendas de barrio
Hay que volcarse con estos colmados del barrio. Esos que estaban abiertos hasta las tantas y que nos solucionaban cualquier emergencia, no solo alimentaria. Con los cierres y restricciones horarias han padecido mucho. Bastantes tuvieron que cerrar. Confío en que la mayoría de compras de cualquier tipo las haya realizado en sus establecimientos del barrio. Son vecinos, se conocen y cada día ponen lo mejor en sus manos. Saben los gustos de cada cual y tienen la garantía de conocer a la persona que le ha vendido. Asunto que en otros tipos de compras no sucede. Para su salud y en beneficio de la economía local, compre a diario. Camine, salude con precaución y dé vidilla a sus paisanos.
Quinta gama
Varios lectores mandan a mi correo pablo@pabloamate.org preguntas. Estas fechas han sido cantidad las que demandaban información, no solo de internet, sobre la quinta gama. Asunto de total actualidad debido al cierre intermitente y cambiante de horarios, forzado por la curva de contagios en aumento. Ya no se puede hacer una olla de cocido por la mañana, pues no se sabe cuántos podrán venir al almuerzo o cena. Lo mismo pasa con otro tipo de cocina, sea del estilo que sea (la nueva cocina ha existido siempre) dado el rigor de número de comensales.
Esta modalidad existe desde hace décadas. El problema de aquellos tiempos era el costo y los aparatos para su regeneración. Esto, como todo, ha evolucionado mucho. Y actualmente hay de todo tipo. Mire siempre la letra pequeña de las etiquetas.
Comida a domicilio
Lo habitual es que sirvan preparados de establecimientos locales. Recuerden la eclosión de las pizzas a domicilio en tardes de fútbol y amigos amontonados. Eso sigue. Pero si echamos un vistazo a las propuestas, la gran mayoría de las provisiones a domicilio son de franquicias. Empezando por hamburguesas, chinos, árabes, indios, mexicanos, etc. Comida que las películas, sobre todo americanas, nos han inculcado. ¿Cuántas veces vemos al protagonista volver a casa, solo, por la noche para cenar con palillos un cartucho de cartón con 'algo', mientras mira si ver la televisión?
Compre género fresco
Vuelva a su pescadería. Los precios van camino de regularizarse. Consuma el pescado propio de enero: bacalao, besugo, bonito rallado, dorada, lenguado, lubina, merluza, mero, palometa, pargo, pulpo (español, no el congelado marroquí), rodaballo o salmón (pescados azules). También sargo, sepia y la trucha de río. La de piscifactoría la tenemos todo el año. Y en febrero aparecen las capturas de anchoa o boquerón, caballa, faneca y las primeras sardinas. Las frutas óptimas son el aguacate, mandarina, naranja, pomelo, limón, uva y plátano de Canarias. Por cuanto a las verduras: acelgas, ajos, alcachofas, apio, berenjenas, brócoli, calabacín, cardo, coliflor, endivias, escarola, espinacas, guisantes, judías verdes, lechuga, pepino, pimientos, puerros, rábanos, repollo, tomates y zanahorias.
Nos vamos de viaje
A partir de la semana que viene, con la venia de mi ínclito director y dado que no son acertados los viajes de placer, les voy a llevar por el mundo. La parte del universo que llevo utilizando más de cincuenta años. No solo serán países lejanos. Que en los pueblos de Andalucía tengo mucho vivido y catado. Un viaje epicúreo, donde quizás muchos de ustedes también estuvieron. El placer de la mente con viajes plenos de hedonismo y buenos alimentos. Nos vamos a divertir. Se admiten anécdotas. Cuídense.
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