El marketing, palabra anglosajona que significa 'conjunto de técnicas y estudios que tienen como objeto mejorar la comercialización de un producto', deberíamos usarla en español: mercadotecnia. Y es el arte de atraer y captar nuestros deseos.
De la casa
Tuve un hecho hace muchos años. Al pedir un postre de flan en un restaurante, solo con verlo se notaba todavía el molde de una marca bien conocida en Granada, que los hacía muy ricos. Al probar su sabor me era totalmente conocido y en mi artículo de la semana siguiente comenté que la comida era buena, pero que en la carta deberían corregir lo de 'Flan de la casa', pues se apreciaba a kilómetros cuál era el fabricante. Tremebunda respuesta la del restaurante, lo que me hizo pensar que para rebatirlo tenía que ir con un notario y un técnico alimentario, etc. No me merecía la pena. Además, 'en la casa' estaba. Como verán, siempre hay truco.
De la abuela
Otras de las coletillas usuales es añadir a cualquier cosa, de comer o no, el 'de la abuela'. Arroz de la abuela, roscos de la abuela, etc. A todo lo que se le ocurra al negocio. Y vaya usted a preguntar el origen, veracidad del dato y si la abuela vive. Como aprecian los de mercadotecnia, siempre vende su alma a quien le paguen y rebuscan en nuestros sentimientos, hasta los familiares, para vendernos lo que haga falta, apelando en este caso a la progenie. Resulta pueril cuando se piensa que no hay vergüenza alguna en confundir al consumidor.
Al gusto del chef
Esta coletilla la aplican a muchos platos que no saben cómo exponer en la carta del restaurante. ¿Y si no tengo el mismo gusto que el chef? Sobre todo si no conozco a esa persona que cambia su bonito e histórica mención de 'maestro de cocina' y se aplica la de 'jefe', que puede ser en el idioma galo, de jefe de bomberos, servicios funerarios, de prisiones, etcétera, etcétera. Y cuando se le pregunta al camarero, la respuesta suele ser: «voy a preguntar», porque nadie se ha molestado en indicar al equipo de sala, los que venden, en qué consiste esa ración.
Gulas frescas del norte
Varias marcas fabricantes de este producto industrial hacen campaña usando términos que aturullan a miles de personas al creer que están comiendo un tipo de pez, cuando es una cosa industrial. Vergüenza ajena me da siempre ver a un actor, que presume de vasco y de caserío, regañar y explicar con esa petulancia que da el cobrar por contar una media verdad, jugando con las palabras por si alguna persona o sociedad denuncia esta publicidad. Todo lo puede el dinero; o casi todo. Pero ver a un individuo popular confundir sus tan cacareadas tradiciones gastronómicas, que haberlas haylas y que yo me solacé tanto... da vergüenza ajena.
Pedir recomendación
Cuando voy a un restaurante especializado en carne o pescado, si conozco al cocinero y/o dueño, sí pregunto qué comer. Pero si es nuevo el territorio del condumio, miro siempre si tiene un expositor. Ya sea de peces o piezas de vacuno, porcino, etc. Porque aún queda la reminiscencia de que si el camarero no conoce al comensal, suele ofrecer el producto que lleva más tiempo en el restaurante. Me parece que era el escritor Julio Camba quien narró este sucedido. Llega un cliente al 'restaurant' y el camarero le ofrece besugo. El cliente pregunta si es fresco. El camarero señala con total abulia : «Ahí lo ve, en el frigorífico. Muy fresco, señor». El comensal queda parado y vuelve a consultar: «¿Pero es de confianza?» El joven que le atiende, pasivo y con desgana, dice: «Sí señor, lleva más de una semana con nosotros y no se ha quejado nunca».
Suben los precios
Tal y como destaca la revista Hostelería Digital, los precios de bares y restaurantes subieron un 1,9% en 2019. Los precios de las actividades de restauración subieron en 2019 un 1,9% respecto al año anterior, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta tasa interanual se ha mantenido a lo largo del año, excepto en los tres primeros meses del año y en agosto. Los hoteles subieron un 2,7% interanual. En ambas ramas de la actividad hostelera, la evolución se ha situado por encima del IPC general. Sin embargo, los sueldos de los empleados no suben al estar atrapados en empresas externalizadas, verdugo de las 'kellys' y los contratos de muy corta duración.
Brindis con gente
Cuando hay alegría o algún acto oficial en la cultura occidental, al chocar las copas, hágalo con cuidado. Imagine que quien le invita puso su cristalería fina o herencia familiar y rompe usted una de las piezas por brindar con demasiado entusiasmo… Brinde con sutileza, inclinando la copa y mirando a los ojos. Incline el vaso ligeramente hacia la persona con la que brinda. Si bien no es ninguna regla escrita, también hay quienes opinan que hay que mirar a los ojos de a persona o personas con las que brindamos. Por supuesto, en cenas formales, evitar brindis del estilo «arriba, abajo, al centro y pa' dentro». Y no se chocan las copas.
Freixenet sin anuncio
¿O sí lo hubo? No sé quién hizo y quién aprobó el anuncio de este año. El nombre de la marca solo aparece al final. Al servir se tapa con la mano del actor la propia etiqueta. Cómo se nota que ya no dirige esta parte Pedro Bonet, director de Imagen y Comunicación del grupo español catalán. Asunto que le costó el boicot hasta de sus propios empleados de confianza y de toda la vida. Es patético ver cómo empresas internacionales como Freixenet, que como dejaron muy claro, cuando comenzó la deplorable y absurda política de agresividad al resto de los que no piensan como algunos que no son mayoría. Freixenet está ahora en manos gestoras alemanas. Y el germano no piensa como el mediterráneo.
Codorniú se iguala
Ya saben también que la mítica firma familiar, como era Freixenet, es de los americanos. Los Raventós vendieron la mayoría de sus acciones a una gran multinacional. Le tenía, y escribo bien en pasado, una simpatía a esta casa. Allí realicé el primer programa en directo desde sus históricas cavas a Radio Granada, en el programa en el que trabajaba con el maestro Juan Bustos. Explicando que el cava se elabora en muchas ciudades españolas, no solo en Cataluña. Otro anuncio que muestra su marca más 'trillada' y apenas aparece el nombre de la casa. Listos hay en todas partes.
Repsol da sartenazos
No se sabe ni se espera a la guía de restaurantes y hoteles muy querida y vendida en España. Gustaban sus excelentes mapas y las opiniones siempre ecuánimes, porque la dirección en realizar la selección y clasificación la hacía la Real Academia de Gastronomía, cuyos nombres daban la cara en la propia guía, cada año. Por tanto nombres de reconocido prestigio que no se pueden permitir hacer 'compadreos'. Pero llega la ciencia infusa de personas desconocedoras, por ser oriundas de países lejanos. Y con su verbo y atrevimiento gastan los dineros de Repsol, en meros paripés, que tienen efímero recorrido de ser noticia de un día y un gasto impresionante. Qué pena de Guía Repsol.
Así estamos y de lo otro ya hablaremos...
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