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ilustración: Sr. garcía
Una tarde con Chartier
Un comino

Una tarde con Chartier

Viernes, 22 de julio 2022, 00:39

La nariz esconde uno de los principales interruptores emocionales del ser humano. Los ojos y los oídos tienen y han tenido los papeles protagonistas en ... la vida doméstica, cultural y tecnológica de nuestra especie en los últimos milenios, pero el olfato, el más atávico y desconocido de los sentidos, abre puertas infranqueables para el resto. Una parte de nuestro cerebro es lógico y racional y, por tanto, predecible. Es ésa con la que mejor nos llevamos y conocemos, pero otras son aún hoy casi insondables. Podemos llegar a controlar nuestras reacciones ante determinados estímulos visuales o ante determinadas palabras, pero difícilmente lo logramos cuando nuestro sistema olfativo detecta una molécula determinada que conoce y nuestro cerebro asocia automáticamente a una vivencia placentera o desagradable que ni siquiera recordábamos.

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