Los vinos también son para el verano. P. A.

Vinos de verano, con sabor...

Dimes y diretes de los sabores ·

Conocí una antigua taberna en Huelva que servía el 'fino' de la Palma del Condado a temperatura ambiente. Era pleno agosto. Comenté con el patrón el asunto. Respondió tajante: «El vino no se enfría»

pablo amate

Granada

Viernes, 3 de julio 2020, 23:47

Parece que el verano no es tiempo de vinos. O a lo sumo se consumen con gaseosa. Una pena, pues los espetos con un tinto crianza (9 meses) consumido a 15º, servido en pequeñas dosis para que no se caliente en la copa, nos limpia las papilas gustativas de la buena grasa de las sardinas. Otras bebidas no cumplen esta función. Ojo, siempre que el vino sea bueno y atemperado, en cubitera con agua e hielo.

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Blancos, no bronceados

Igual que se ha demostrado que tomar el sol en demasía causa serios problemas de salud, lo mismo le pasa a los vinos. Y a los blancos, más. Recuerdo el glorioso mesón Antonio en Almuñécar, que tenía grandes champanes franceses y vinos de calidad españoles a pleno sol. Le comenté que era grave exponerlos de esa forma. Antonio me respondió: «Lo sé, pero si no los ven, no se venden». Saben que los blancos han cambiado totalmente en elaboración y calidad en los últimos quince años. Pero no son todos iguales. Si va a comer pescados no grasos (blancos) puede beber vinos blancos jóvenes del año. O sea que a lo sumo pueden ser del 2019. Más atrás, mejor que no. Hay vinos blancos que tienen crianza sobre sus lías y otros pasan por barricas de roble unos pocos meses. Para el marisco cocido un blanco joven es lo suyo. Para el marisco plancha, el Albariño le va de fábula. Santiago Ruiz, es la marca.

Plancha o en salsa

Un buen rodaballo a la brasa pide un blanco con crianza en barrica. Lo mismo que todos los salmonetes, besugos, etc. Recuerdo una vez, en Terraza Carmona, que pedí comer un San Pedro, lomos plancha con ajitos y cabezas fritas. Todavía creo que me huelen los dedos. Pido que no me lo sirvan todo a la vez, para que no se enfríen. Primero tomo los lomos, limpios de espinas, con su buen Aceite de Oliva Virgen Extra de Castillo de Tabernas. Glorioso sabor marinero, que en el Levante almeriense lo bordan, algunos. No todos son delicados con el género. Para estos lomos, un blanco sobre lías. Y para la cabeza frita, que se come con los dedos, un blanco con crianza en barrica. Aporta un poquito de tanicidad, si bien respeta el sabor del pescado.

Rosados en olvido

Saben que siempre soy defensor de los vinos más difíciles de elaborar. Lejano queda el 'clarete', clasificación eliminada por las D. O. Para hacer un auténtico rosado, se usan uvas tintas: Tempranillo, Garnacha, Monastrell, Merlot y hasta Cabernet Sauvignon, entre otras. Nuestra ignorancia sigue marcando nuestros gustos. Estaba en el mejor restaurante de una comunidad hermana, al haber sido jurado de varios concursos nacionales e internacionales. Y caté un rosado de esa comunidad, que después resultó ganador. Lo pedí en el famoso establecimiento. El camarero-metre-sumiller, impávido, me indicó que no tenían vinos rosados, pero que me lo hacía en un momento. Mi cara fue un cromo. Todo verídico. Pregunté cómo lo haría, si bien lo sabía de antemano: mezclando tinto con blanco.

Tinto de verano

Un chorreón de vino barato tinto, con una gaseosa blanca o de limón. Muchas veces marcas blancas e ignotas, tanto el tinto como la gaseosa. Y cobrar una pasta. El del tinto con gaseosa es el mejor invento. Muy pocos ofrecen la 'típica' sangría española. ¿Para qué? Llenan un vaso de hielo, un chorreón de tinto peleón, colman a tope de gaseosa 'cunera' y 3 o 4 euros por vaso.

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Recuerdo un agosto que veraneamos juntos José Carlos Capel, su familia y nosotros. Capel es el presidente de Madrid Fusión, crítico gastronómico de un periódico nacional. Criticábamos en nuestros jardines lo mal que hacían la sangría, sobre todo para los turistas. Elucubrando, decidimos preparar una sangría jamás bebida. Yo compré el champán francés y José Carlos puso un Vega Sicilia de su bodega particular. Lo echamos en una cazuela de aluminio tradicional, enfriada previamente en el congelador, para no añadir cubitos de hielo. Fue la sangría casi más cara del mundo. Queda hacerla con Romanne Contí y champán Krug Gran Reserva.

¿Tú también, vino?

Guerra total en el vino de Valdepeñas: «Nueve de cada diez vinos que indican ser 'reservas' son un fraude». Eso lo firma y afirma Rafael Méndez, en El Confidencial. Indica que la fiscalía de la Audiencia Nacional investiga un fraude masivo. Las dos bodegueras más importantes de la D. O. Valdepeñas se enfrentaron al denunciar que un 90% del vino de la denominación de origen se vende como reserva o gran reserva, pero en realidad es del año. Ahora, todo el sector se pone a resguardo ante la tormenta que se les viene encima. Los datos del vino de Valdepeñas no cuadraban en el sector hace tiempo. El secretario de la Denominación de Origen, Juan Manuel Cruz Lérida, lo puso por escrito en un informe interno. Feo asunto.

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