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La propuesta de Marcos Pedraza se basa en la piña y el coco. R.I.
Postres para el niño y la niña

Postres para el niño y la niña

Álvaro Arriaga y Marcos Pedraza, de La Ruta del Veleta, nos recetan postres caseros con café, con chocolate, con piña y coco

Álvaro Arriaga y Marcos Pedraza

GRANADA

Viernes, 23 de agosto 2019, 02:01

Para terminar por todo lo alto nuestro menú de verano, Álvaro, te propongo rematarlo con un buen postre de piña. Pero, por supuesto, de piña natural en su punto óptimo de maduración que pondrá el toque refrescante a nuestro menú de este mes de agosto. Pero, Álvaro, antes de elaborar nuestro postre de piña te propongo, como siempre, investigar algo sobre esta fruta... ¿Qué te parece? Pues he leído que la piña pertenece a la familia de las bromeliáceas, que comprende unas 1.400 especies de plantas, casi todas herbáceas, de hoja perenne y con flores muy llamativas.

La piña tropical proviene de Sudamérica, concretamente de Brasil. Allí fue donde la encontraron los colonizadores españoles y portugueses. Podemos disponer de esta preciada fruta en cualquier época del año, dado que su cultivo se realiza en distintos países muy distantes geográficamente.

Álvaro, mi propuesta de postre de piña se basa en elaborarla asada para acompañarla de un sorbete de coco que podemos hacer en casa sin necesidad de tener sorbetera. Además, este postre de piña asada puede acompañar algunos platos de carne como pato o cerdo, así que lo dejó un poco a vuestra elección.

Piña asada y sorbete de coco

Ingredientes para 4 personas

-1 piña madura

-50 gr de azúcar de caña

-Una cucharada de ron

Para el sorbete de coco

-1 taza de leche de coco

-1 yogurt de sabor coco

-50 gr de azúcar

-30 gr coco rallado

Elaboración

Limpiar la piña y cortar en finas láminas, colocar en un placa de horno las láminas de piña y terminar la última capa espolvoreando azúcar de caña y el ron. Introducir al horno durante una hora a 160ºC, dejar enfriar y cortar las láminas de piña con forma rectangular. Para el sorbete de coco casero, introducir un bol de cristal en el congelador al menos una hora antes, mezclar en resto de ingredientes en un bol y triturar con la ayuda de un turmix, verter el resultado en el bol congelado y remover. Repetir esta operación cada treinta minutos hasta que quede congelado nuestro sorbete.

Una historia helada

¿Hay algo más veraniego que un helado? Ya sea de postre, de merienda, con el café o a la hora que desees, el helado en verano no tiene ni horas ni momentos. Es cuando te apetezca. El origen de los helados es más antiguo de lo que nos pensamos. Algunos creen que los antiguos romanos son los inventores del sorbete, para lo que utilizaban nieve, frutas y miel. Cuentan que el emperador Nerón hacía traer nieve de los Alpes para que le preparasen esta bebida helada. Otros, en cambio, señalan que los chinos, muchos siglos antes de Jesucristo, ya mezclaban la nieve de las montañas con miel y frutas. Con Alejandro Magno, se enterraban en la nieve ánforas con frutas mezcladas con miel para conservarlas mejor y se servían heladas.

En el año 1660, el italiano Procopio inventó por fin una máquina que homogeneizaba las frutas, el azúcar y el hielo, con lo que se obtenía una crema helada, similar a la que hoy conocemos como helado. De aquí viene que siempre se haya pensado que los helados italianos son los mejores del mundo. No es eso, pero sí podemos decir que son los padres de la heladería moderna.

Procopio abrió en París el Café Procope, donde además de café se servían helados y así se popularizaron. Durante muchos años, los heladeros italianos guardaron celosamente el secreto de la preparación de los helados, aunque como vendedores ambulantes lo difundieron por toda Europa. Es en el siglo XVIII, cuando aparecen las recetas de helados y empezaron a incluirse en los libros de cocina.

Hoy en día tenemos a nuestra disposición máquinas para hacer helado en casa. Yo las catalogo como un trasto más para la cocina del hogar. Podemos comprar maravillosos helados en nuestra ciudad e incluso podemos hacerlos sin necesidad de máquina. Está claro que el resultado final no es el mismo que disponer de una mantecada en casa, pero el resultado es bastante bueno.

Café con hielo

Otro de esos productos veraniegos muy demandados es el café con hielo. Si te fijas bien, cuando vayas a un chiringuito de playa y es la hora del café, el café con hielo es el rey de las mesas. Rara es la mesa que no contenga uno o unos cuantos.

Así que si mezclamos el café con hielo y el helado, nos sale una receta sencilla para hacer en casa. Se trata de helado casero de café. Incluso si echáis una o dos bolas a un café solo y sin azúcar, quedará magnífico. Disfrutadlo haciéndolo, que es muy sencillo. Y comiéndolo, que está muy bueno. ¡Y sin ningún trasto en la cocina!

Helado casero de café

Ingredientes para 4 personas

-400 gr de yogur griego

- 200 gr de leche condensada

- 10 gr de café soluble disuelto en dos cucharadas de leche

- 3 cucharadas de licor de café (opcional)

Elaboración

Pon todos los ingredientes (empezando por el yogur griego) en el vaso de la batidora y mezcla hasta obtener una crema homogénea. Vierte en un bol metálico o de cristal y cubre con papel film. Introduce en el congelador hasta que empiece a congelar. Eso sí, deberás de estar atento y al cabo de hora y media, cuando los laterales comiencen a helarse, deberás batir el contenido con la varilla para evitar que cristalice. Repite este paso tres veces más. Ya lo tienes listo para consumir. Tan sencillo y tan rico. #ÑamÑam

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