Albidaya cumple su primer año con su apuesta por la cocina de mercado y los vinos andaluces

Albidaya significa 'el comienzo' y eso es lo que hicieron Jorge Seco e Ismael Abderrahaman, el año pasado cuando iniciaron un nuevo proyecto en común tras una dilatado trayectoria.

Eligieron la calle Horno de Haza, número 25, para abrir las puertas de un local que invita a pararse, dejarse llevar y disfrutar de las propuestas de estos dos profesionales.

En la cocina Ismael atesora más de 10 años trabajando en los mejores restaurantes de la ciudad al igual que Jorge, experto sommelier, con especial interés en dar a conocer la rica variedad de vinos que se producen en Andalucía. «Estamos muy agradecidos a las oportunidades que hemos tenido a lo largo de nuestra trayectoria, hemos trabajado con grandes profesionales y el año pasado decidimos dar el salto y aportar nuestro propio grano de arena al panorama culinario granadino» comenta Jorge.

En su menú fusionan la cocina andaluza tradicional con los sabores cautivadores del mundo árabe. Cada martes eligen en el mercado los productos con los que realizan sus elaboraciones. De ahí, que cambien con asiduidad sus propuestas para sorprender a los clientes. Para cada plato ofrecen una carta de vinos muy extensa con sugerencias de pequeñas bodegas que ponen el mismo amor a sus creaciones que Ismael en su cocina.

Juntos han conseguido ampliar el panorama gastronómico con un viaje sensorial que celebra la aúna dos tradiciones culinarias muy atrayentes. Este templo de la fusión culinaria es un deleite para los sentidos. Desde la decoración al número de mesas, todo está especialmente cuidado para que el cliente una vez que traspasa la bonita puerta color verde, característica de este restaurante, se olvide del ajetreo y se disponga a disfrutar de una rica comida y saborear cada copa.

Mimo en los detalles

A la hora de crear el concepto culinario que representa Albidaya, tanto Jorge como Ismael, tenían muy claro que querían un espacio moderno, con un estilo ecléctico con aires mediterráneos en el que los clientes se sintieran cómodos para disfrutar de la experiencia gastronómica que iban a vivir cada vez que traspasaran su puerta. De ahí, que incluso hayan limitado el número de mesas para la comodidad de los comensales. A la belleza del local se suma una cocina en continua evolución y una carta de vinos innovadora que se adapta a los gustos de los clientes. Además de su menú de maridaje se puede copear cualquiera de los vinos de su exclusiva bodega. Todo para conseguir que cada cliente viva una aventura sensorial inolvidable. Tras su primer año han conseguido hacer de Albidaya un local único.