Cartel de la película gastronómica del año 2023.

Obra maestra filmada a fuego lento

No se pierdan la película francesa que proyecta el cine Madrigal. Su despliegue gastronómico hace soñar al espectador con sentarse a la mesa de esa cocina

Jesús Lens

Granada

Viernes, 12 de enero 2024, 00:10

Salimos del Madrigal con un único propósito: tomar algo rico. Es lo que tiene el festín que propone la película 'A fuego lento': te hace ... salivar. Te da hambre. Pero no un hambre cualquiera. Te da hambre de platos con historia y tradición.

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Mientras esperábamos la cerveza, le escribí a mi compañera de página de hoy, Ana María Gutiérrez: «¿La has visto ya? ¿Qué te pareció?». Me encantó su respuesta: «Maravillosa… esa luz, esos productos, los cacharros, la fuente para el rape… ¡Qué bodegones! Parecían cuadros. Absolutamente deliciosa». ¡Lo firmo, lo firmo! Dirigida por el cineasta franco-vietnamita Tràn Anh Hùng, 'A fuego lento' cuenta una doble y trenzada historia de amor. Por una parte, la de una apasionada cocinera interpretada por la grandiosa Juliette Binoche y el famoso gourmet francés Dodin, conocido como 'El Napoleón de la cocina'. Por otra, el amor a la tradición culinaria francesa. A una cultura que nace en las cocinas y en los fogones.

Como curiosidades técnicas: además de estar basada en una famosa obra de Marcel Rouff y de tener referencias al pionero Brillat-Savarin, 'A fuego lento' ha contado con la asesoría de dos primeros espadas de la gastronomía francesa: el reconocido escritor Patrick Rambourg, especializado en artes culinarias, y el chef con tres estrellas Michelin, Pierre Gagnaire, asesor durante la filmación sobre cómo moverse en cocina, cómo trocear, servir y comer los platos… y 'ejecutor' de algunos de los más vistosos que aparecen en pantalla, como el Pot-au-feu, el potaje por antonomasia de la cocina francesa. ¡Y el rodaballo!

Con un ritmo pausado y tranquilo, contrario a la tensión y al frenesí de esa serie que también me encanta, 'The Bear', la película que representará a Francia en los Oscar juega con la luz y el sonido. El sonido de la cocina, de los utensilios, los hornos que se abren y las ollas con caldo hirviendo. Y también el sonido exterior. El de la huerta y el jardín. Cada estación tiene una banda sonora particular: la de los pájaros, cantarines y dicharacheros en primavera y verano; tristes y melancólicos durante el otoño.

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El maridaje de todos esos recursos hace que 'A fuego lento' transmita aromas y sabores. Nunca como en este caso podremos decir que una película te deja un inmejorable sabor de boca.

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