La alternativa a la bollería industrial: bollitos de calabaza y leche condensada

Esta semana os propongo cocinar unos bollitos de calabaza y leche condensada. Son unos bollitos tiernos y deliciosos, perfectos para tomar en el desayuno con mantequilla y mermelada o para merendar, rellenos de jamón y queso. ¡Lo que más os guste! Son muy fáciles de hacer, lo único es que requieren algo de tiempo debido a que la masa debe levar. Además, congelan muy bien. Espero que os gusten y sobre todo, que os animéis a hacerlos: resultan una inmejorable alternativa a esa bollería industrial tan poco sana que se vende por ahí. Hacer nuestra bollería para desayuno y merienda también es salud.

Elaboración: Templamos la leche y la ponemos en un cuenco amplio o en el propio recipiente de la amasadora. Incorporamos la levadura fresca y la disolvemos. Añadimos la leche condensada y la calabaza asada junto con la mantequilla, que debe estar blanda, y por último la harina y una pizca de sal.

Amasamos durante varios minutos. En esta ocasión, yo lo he hecho con el gancho de la Kitchen Aid, pero podéis hacerlo a mano o con la amasadora que tengáis. Una vez que tenemos la masa lista, la tapamos y dejamos en un sitio cálido y alejado de corrientes hasta que leve y aumente su volumen.

Una vez que la masa ha levado, la sacamos, amasamos un poco y vamos cogiendo porciones de unos 50 gramos y boleamos bien. Untamos una bandeja de horno rectangular con mantequilla y vamos disponiendo las bolas, separadas unas de otras.

Dejamos levar de nuevo. En esta ocasión he encendido el horno a 50ºC. Los he metido y rápidamente han subido.

Sacamos del horno, pincelamos la superficie con huevo batido y metemos en el horno, precalentado, a 180ºC durante 20 minutos aproximadamente o hasta que están dorados.